Plotino

Plotino coloco al mundo de las ideas en el Nous cósmico, o sea, el espíritu del universo: nuestro espíritu es una emanación del cosmos. Consideraba que la parte racional de nuestra alma es alimentada e iluminada continuamente desde arriba, idea que recoge San Agustín y le da un sentido cristiano.

Plotino presenta la teoría de la emanación, donde Dios es el Uno; lo absolutamente trascendente. El es la fuente desde donde todo emana o brota. Del Uno emana el Nous o inteligencia una realidad que contiene todas las formas o Ideas del Universo. De esta Inteligencia brota el Alma, una realidad bifronte, con una cara que mira hacia arriba, hacia la Inteligencia de la cual brota, y una cara que mira hacia abajo, hacia la Naturaleza. Todas las almas individuales serán emanaciones de esta Alma cósmica.

El hombre debe  iniciar un camino de retorno hacia el origen del todo, hacia el uno; debe seguir un proceso de purificaron que, si se alcanza, permite el éxtasis, la unión con Dios. En esta teoría quiere conciliar la idea religiosa de creación con la idea griega de eternidad del mundo, todo emana o emerge del Uno como la luz emerge de un foco. Más cerca del foco hay más luz y más realidad; mas lejos de él, menos luz y menos realidad. El alma humana sigue un camino desde la oscuridad hacia el máximo esplender: la visión del foco.

Según Plotino todos somos una emanación que Dios hace y nuestras almas, son la inteligencia que brota, de todas la ideas universales. Para él, el Dios cristiano ocupa el lugar del Nous y las ideas se convierten en las ideas creadas por Dios. Según él, el conocimiento tiene lugar siendo el espíritu humano iluminado por Dios, porque las verdades y los conceptos son irradiados por Dios a nuestro espíritu. Aunque San Agustín reconoce que junto a este saber de iluminación divina, existe otro, cuya fuente es la experiencia. Es claro que Plotino utiliza mucho del planteamiento de Platón, ya que este utiliza el concepto de dos mundos.

Escrito por Laura Victoria Vacca
Extraído del Libro Historia de la Filosofía edebé pagina 110